Isso aki ainda vai

Realizado durante o período da pandemia, o trabalho surge de uma imagem marcante do mito da Deusa do sol da religião xintoísta. Na lenda Amaterasu se recolheu em sua caverna, após o deus das tempestades ter matado, por acidente, uma das criadas da Deusa. Nesse tempo, a terra ficou totalmente no escuro, as plantações secaram, gelo cobriu todo o planeta. Os deuses preocupados, foram até a caverna de Amaterasu, mas não conseguiram fazer com que a Deusa saísse de seu refúgio. Então, Uzume, a Deusa da alegria do amanhecer, posicionou um espelho numa árvore próxima à abertura da caverna, tirou as roupas e começou a dançar, arrancando risadas todos os deuses presentes. Curiosa com o alvoroço, Amaterasu sai da caverna e é surpreendida pelo reflexo de sua luz, nesse meio tempo os outros deuses prontamente fecham a entrada da caverna, retornando a luz o sol ao planeta. Pensar no espelho que a Deusa Uzume posiciona na árvore me instigou a experimentar essa imagem na matéria. Desde 2017 trabalho, a relação do corpo humano, com o corpo da natureza, numa tentativa de reintegração, mas também numa forma de (re)criar narrativas, histórias e consequentemente, memórias. Ao posicionar o espelho no pé de mangueira do jardim da casa que moro, percebi que ela pedia uma escrita, que expressasse uma mensagem vinda da terra.

“Esto aki todavía va”: Proyecto realizado durante la pandemia, inspirado en una imagen impresionante del mito de la Diosa del sol del sintoísmo. El mito cuenta que Amaterasu se refugió en su caverna pues una de sus criadas muere accidentalmente de la mano del dios de las tormentas. Durante ese tiempo, la tierra queda en total oscuridad, los cultivos se secan y el hielo cubre el planeta. Los demás dioses preocupados van hasta la caverna pero no consiguen convencer a Amaterasu de salir de su refugio. Entonces, Uzume, la Diosa de la alegría del amanecer, coloca un espejo en un árbol cercano a la entrada de la caverna, se quita la ropa y comienza a bailar, arrancando las risas de los demás dioses allí presentes. Curiosa por el alboroto, Amaterasu sale de la caverna y se sorprende con el reflejo de su propia luz. En ese momento, los demás dioses cierran rápidamente la entrada de la cueva, restaurando la luz solar al planeta. La imagen del espejo colocado en el árbol por la Diosa Uzume despertó el deseo de experimentar materialmente esa imagen. Desde 2017, trabajo la relación entre el cuerpo humano y el cuerpo de la naturaleza, en un intento de reintegración y al mismo tiempo de (re)creación de narrativas, historias y consecuentemente, memorias. Al colocar el espejo en el árbol de mango en el jardín de mi casa, me di cuenta que esto me pedía escribir, que expresara un mensaje proveniente de la tierra.
palabras clave: Pandemia, videoarte, espejo.

Ella Franz Rafa